El fortalecimiento de Morena se experimenta en un momento en el que los dos principales partidos de oposición, PAN y PRI, padecen un sensible debilitamiento que los pone en riesgo de desaparecer en los procesos electorales futuros, de tal forma que entre esos dos partidos suman apenas seis gubernaturas, frente a 24 entidades que Morena y sus aliados ya tendrían aseguradas en este momento, al sumar en los pasados comicios el triunfo en Yucatán, sobre la coalición panista.
Ciudad de México, 11 de julio (SinEmbargo).- Pasaron 30 años antes de que un candidato a la Presidencia de la República pudiera rebasar el techo del 50 por ciento de votación en su favor, desde los comicios de 1988 cuando en medio de la controversias y los señalamientos de fraude, el priista Carlos Salinas de Gortari sumó el 50.36 por ciento de los votos para superar al aspirante del Frente Democrático Nacional, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Quién rompió el maleficio fue el candidato de la coalición encabezada por Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien sumó un porcentaje del 53.18 por ciento en los comicios presidenciales del 2018 y seis años después, en el 2024 la tendencia se consolidó con la también aspirante morenista Claudia Sheinbaum Pardo, quien tuvo un registro del 59.75 por ciento.
Los dos panistas que encabezaron la alternancia en la Presidencia de la República, se quedaron muy lejos de ese porcentaje: Vicente Fox Quesada, en el 2000, apenas alcanzó el 42.52 por ciento, en tanto que Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, en su muy discutible triunfo sobre López Obrador en el 2006, apenas llegó al 35.89 por ciento.
El fortalecimiento de Morena se experimenta en un momento en el que los dos principales partidos de oposición, PAN y PRI, padecen un sensible debilitamiento que los pone en riesgo de desaparecer en los procesos electorales futuros, de tal forma que entre esos dos partidos suman apenas seis gubernaturas, frente a 24 entidades que Morena y sus aliados ya tendrían aseguradas en este momento, al sumar en los pasados comicios el triunfo en Yucatán, sobre la coalición panista.
Muy lejanos se observan los tiempos en los cuales los candidatos del PRI llegaron a obtener hasta el 91.90 por ciento de la votación en los comicios presidenciales, como fue el caso de José López Portillo y Pacheco en 1976. La estrella priista empezó a declinar en 1982, cuando el candidato tricolor Miguel de la Madrid Hurtado recibió el respaldo oficial del 68.43 por ciento de los votantes.
Los tres principales partidos de oposición han experimentado un tremendo desgaste en los más recientes seis años, al grado que han tenido pérdidas muy sensibles en sus militancias. El PRI perdió entre 2017 y 2023 el 77.83 por ciento de sus afiliados en tanto que el PAN tuvo una merma del 26.70 por ciento en el mismo periodo.
El capítulo más dramático de la historia reciente del PAN lo ha encabezado su actual presidente Marko Cortés Mendoza. Cuando llegó a la presidencia del PAN en noviembre del 2018, su partido tenía 11 gubernaturas. En los recientes seis años perdió siete: Puebla, Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Tamaulipas, Durango y Yucatán. Sólo conservó Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Chihuahua.
En los últimos seis años el PAN ha perdido siete gubernaturas, lo que representa que ha dejado de gobernar casi al 16 por ciento de toda la población del país. A cambio sólo conserva cuatro gubernaturas que le permiten administrar los destinos de casi el 11 por ciento de la población nacional.
En 2017 el Partido Acción Nacional presumía una membresía oficial, registrada ante el Instituto Nacional Electoral, de 378 mil 838 afiliados y para agosto del 2023 sus militantes formales ya sólo eran 277 mil 675. Una pérdida de 101 mil 163 militantes, para una caída en su mebresía del 26.70 por ciento. En el caso del PAN hay situaciones ridículas, como el hecho de que en el estado como Tabasco sólo tenga registrados, oficialmente, 603 militantes.
Mientras que en el PRI, quien lo ha llevado al abismo en los más recientes cinco años ha sido Alejandro Moreno Cárdenas, conocido con el apodo de “Alito”, quien pese a su desastroso desempeño pretendería permanecer en la presidencia del tricolor hasta el 2032. Hasta la fecha, durante su gestión, del 2019 al 2024, su partido ha perdido 11 gubernaturas y ha sido factor determinante para que 4 millones 956 mil 874 militantes, el 77.83 por ciento de la membresía, haya abandonado las filas del Partido Revolucionario Institucional durante los más recientes cinco años. Todo un ejemplo de destructiva tenacidad.
En los últimos cinco años el PRI ha dejado de gobernar al 32 por ciento de la población de toda la República. A cambio, como rico empobrecido, al PRI sólo le queda el consuelo de administrar los destinos en dos entidades, que apenas suman poco menos del cuatro por ciento de la población del país.
